martes, 28 de diciembre de 2010

Jose Casimiro Ulloa Bucelo en el Ejercito Peruano

Reseña Histórica
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BREVE BIOGRAFIA O HECHO HISTORICO

Al comenzar la guerra del Pacífico, terminada la primera fase del conflicto, el 16 de febrero de 1880, Piérola se propuso organizar, aunque tardíamente, el Servicio de Sanidad del Ejército en Campaña, nombrando como cirujano en Jefe de Don José Casimiro Ulloa Bucelo, quién de inmediato distribuyó a los cirujanos en los diferentes Batallones y siendo insuficientes los hospitales, estableció enfermerías en los propios cuarteles. El éxito no se hizo esperar, pues las bajas que por enfermedad llegaban al 10 % al inicio de su gestión se redujeron al 2%. Por primera vez llevó a cabo maniobras en el campo de Instrucción de Canto Grande.

SINTESIS HISTORICO CRONOLOGICO DE LAS ACCIONES DE  ARMAS EN QUE HA INTERVENIDO  EL COSALE.

  • 1,879 GUERRA CON CHILE.

Por primera vez aparece como un cuerpo Sistematizado y constituido por un Comando de Sanidad y unidades operativas, tales como Ambulancias Militares, Ambulancias civiles y hospitales  de sangre.

  • 1,934 CONFLICTO CON COLOMBIA
  • 1,941 CONFLICTO CON ECUADOR
  • 1,981 CORDILLERA DEL CONDOR
  • 1,995 CONFLICTO DEL CENEPA

Una de las participaciones en acciones de Guerra de la Sanidad ha sido en las operaciones del Alto Cenepa, donde se han realizado intervenciones quirúrgicas de alta especialidad, como Neurocirugía, Traumatología, en lugares desde donde no se podía evacuar a los pacientes bajo fuego enemigo, con agresión climática y de insectos: sin embargo, el Servicio de Sanidad ha logrado éxitos reconocidos no solo en el país sino también en el extranjero.

  • 1,997 OPERACION DE RESCATE "CHAVIN DE HUANTAR"

El 22 de Abril de 1997, se realizó la Operación Chavín de Huantar, que tuvo trascendencia a nivel mundial, lográndose recuperar la  residencia del Embajador del Japón. Dentro de la cual la Sanidad jugó un papel importante. Haciendo hincapié que en dicha oportunidad fueron adaptados "Chalecos Multipropósitos", para facilitar la atención inmediata del herido, debido a que estos  permitían el uso de material en menor tiempo, en relación al empleo del Trauma Kif ó Bolsón de primeros auxilios.

DIFERENTES GUARNICIONES, CUARTELES O INSTITUCIONES  DONDE HA  ESTADO UBICADA.

  • Cuartel "Santa Ana" hasta 1972 - Plaza Italia.
  • Hospital Militar Central de 1972 hasta 1978.
  • Cuartel General del Ejército de 1978
  • Hospital militar central  2004  (hasta la actualidad)

 

Cirujano Mayor José Casimiro Ulloa, Patrono de la Sanidad del Ejército

Un hombre probo dedicado al servicio de los demás en el área de la Salud, fue sin lugar a dudas el Doctor CASIMIRO ULLOA, quien nació en Lima un 04 de Marzo de 1829, Este gran  personaje de la medicina se graduó de medico en el año 1851, dotado de gran  talento y con  una  marcada  vocación de Servicio. Participo en diversas Batallas socorriendo a los compatriotas heridos y organizando a los profesionales de la Salud de manera funcional a fin de brindar un mejor apoyo medico  en el campo de Batalla prueba de ello, fue lo sucedido  en pleno  conflicto bélico en febrero de 1880, cuando el entonces Presidente  Nicolás DE PIEROLA nombra como  cirujano jefe a CASIMIRO ULLOA, quien de inmediato distribuyo a los cirujanos en los diferentes  batallones y  siendo insuficientes  los hospitales estableció 16 enfermerías en los  propios cuarteles. El  éxito no se hizo esperar pues las bajas por  enfermedad  que llegaban al  10 % al inicio de su gestión se redujeron al 2%. Por sus inmuebles aportes a la Salud el distinguido  Medico Siquiatra, notable escrito,  político  y  cirujano CASIMIRO ULLOA creador  de la  Cruz  Roja  Peruana,  se le  instituye con  la  resolución Suprema  del 24 de  Julio  de 1987  como  el Patrono del  Servicio  de  Sanidad del Ejercito y se decreta el 04  Marzo  fecha  de su  natalicio  -  como día central  de  dicho Servicio. Casimiro  Ulloa  es  una  de  las figuras mas notables  de la  medicina  peruana y digno  sucesor de Hipólito Unanue  y Cayetano Heredia  insignes  hombres  de  la medicina nacional.

 

 

Jose Casimiro Ulloa

José Casimiro Ulloa

 

José Casimiro Ulloa Bucelo o también José Casimiro Ulloa Bucello (* Lima, 4 de marzo de 1829 - † Arequipa, 1891), fue escritor, político y una de las figuras más importantes de la medicina peruana.

[editar] Biografía

Hijo de José Ulloa y Molina y de Justa Bucelo, en 1844 se matriculó en la Escuela de Medicína, graduándose como médico cirujano en el año 1851, y en este mismo año fue enviado por Cayetano Heredia a París para perfeccionarse.

En febrero de 1880 fue nombrado por, el entonces presidente de Perú, Nicolás de Piérola Cirujano en Jefe del Ejército del Perú durante la guerra con Chile. Fundador y director de la Gaceta médica de Lima, en 1885 contribuyó a la creación de la Academia Libre de Medicina y fue el primer peruano en ocuparse de la psiquiatría.

Desde 1987 es Patrono del Servicio o Ulloa Bucelo o también José Casimiro Ulloa Bucello (* Lima, 4 de marzo de 1829 - † Arequipa, 1891), fue escritor, político y una de las figuras más importantes de la medicina peruana.

[editar] Biografía

Hijo de José Ulloa y Molina y de Justa Bucelo, en 1844 se matriculó en la Escuela de Medicína, graduándose como médico cirujano en el año 1851, y en este mismo año fue enviado por Cayetano Heredia a París para perfeccionarse.

En febrero de 1880 fue nombrado por, el entonces presidente de Perú, Nicolás de Piérola Cirujano en Jefe del Ejército del Perú durante la guerra con Chile. Fundador y director de la Gaceta médica de Lima, en 1885 contribuyó a la creación de la Academia Libre de Medicina y fue el primer peruano en ocuparse de la psiquiatría.

Desde 1987 es Patrono del Servicio

domingo, 26 de diciembre de 2010

Cabieses escribio mas de 20 libros

DR. FERNANDO CABIESES: ADIOS A UN DESTACADO CIENTIFICO PDF Imprimir Correo electrónico
El reconocido neurólogo y catedrático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Fernando Cabieses Molina, falleció el martes 13 de enero por causas naturales a los 89 años de edad. El 21 de agosto del año pasado, al cumplir 100 días de haberse creado el Ministerio del Ambiente, el Presidente de la República Alan García lo premió en mérito a su destacada trayectoria científica.
 
De esta manera, el Estado peruano reconocía con el Premio Ministerio del Ambiente a uno de los hombres más ilustres que entregó gran parte de su vida a los estudios del Perú, y su enorme contribución con la preservación del medio ambiente y la biodiversidad del país.
 
Fernando Cabieses nacido en la ciudad de Mérida (México) el 20 de abril de 1920. Fue nombrado Amauta por dos universidades en el Ecuador y en el Perú que le fueron concedidas las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta. Premio Roussel en 1988 por su ensayo: "Las plantas mágicas del Perú primigenio". Su personalidad creativa se mostró desde su tesis para obtener el título de médico cirujano, en la que planteó por primera vez que la forma tradicional indígena de consumir coca no producía dependencia y favorecía el trabajo en grandes alturas sobre el nivel del mar.
 
Publicó más de 20 libros y cerca de 300 trabajos científicos sobre las ciencias mencionadas.  Entre sus obras se encuentran "Los dioses vinieron del mar: ensayo etnohistórico", "La coca: dilema trágico", "La uña de gato y su entorno", "Apuntes de medicina tradicional: la racionalización de lo irracional", "Cien siglos de pan: 10,000 años de alimentación en el Perú", "La maca y la puna", "Antropología del ají".
 
 
16 de Enero, 2009
 
Oficina de Comunicaciones
Última actualización el Martes, 20 de Enero de 2009 13:29
 

Cabieses la hoja de coca y la altura

martes, 13 de enero del 2009 08:14 Hora de Perú

Fallece en Lima destacado neurocirujano y catedrático Fernando Cabieses

El neurólogo, neurocirujano y catedrático de la universidad de San Marcos, Fernando Cabieses, falleció hoy por causas naturales a los 89


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Cabieses nació en Mérida (Yucatán) el 20 de abril de 1920, hijo de Eduardo Cabieses Valle-Riestra y Alicia Molina Font. En la Universidad Nacional Mayor de San Marcos cursó estudios de ciencias biológicas y medicina, de 1937 a 1945. Se perfeccionó en neurología y neurocirugía en la universidad de Pennsylvania.

A su regresó al Perú, en 1950, introdujo el tratamiento quirúrgico de los aneurismas cerebrales y la cirugía de la epilepsia. En 1956, recibió el grado de doctor en medicina por la UNMSM. Dictó cursos de su especialidad en la universidad de Miami y fue distinguido como profesor honorario por las universidades nacionales de Trujillo (1962), Cajamarca (1963), Cusco (1982) y Lambayeque (1985). Además, se le concedió el grado de doctor honoris causa por la universidad Inca Garcilaso de la Vega (2006).

Fue, asimismo, miembro de la American Medical Association, del American College of Surgeons y de numerosas instituciones académicas; y también director del Museo Peruano de Ciencias de Salud (1976-1990). Impulsó su fundación y fue el primer director del Museo de la Nación, de 1988 a 1990.

Cabieses trabajó a lo largo de su vida en integrar y hacer crecer nuevas ideas que usualmente han interpretado con éxito la realidad de su entorno.

Su personalidad creativa se mostró desde su tesis para obtener el título de médico cirujano, en la que planteó por primera vez que la forma tradicional indígena de consumir coca no producía o favorecía el trabajo en grandes alturas sobre el nivel del mar. años de edad, y sus restos son velados desde las 16:00 horas en la iglesia María Reina, de San Isidro.

Tomas Unger escribe sobre el profesor Cabieses

PÉRDIDA

Fernando Cabieses

Por Tomás Unger. Periodista científico

El martes en la mañana murió Fernando Cabieses. Es difícil resumir quién fue y más difícil aún describir el vacío que deja. Médico neurocirujano, botánico, posiblemente el hombre que más sabía sobre medicina tradicional y plantas medicinales. Sus libros sobre el tema son textos de referencia obligatorios. "100 siglos de Pan" es otro libro de Fernando que debería ser leído no solo en las facultades de ciencia, sino también las de humanidades. Pero hay mucho más.

Fernando sabía explicar y escuchar, cualidades que rara vez van juntas. Nunca asistí a una de sus clases, pero conozco muchos que fueron sus alumnos que las recuerdan con admiración y nostalgia. En más de una ocasión se dio el trabajo de desasnarme y fue quien me animó a escribir sobre "El lenguaje de las drogas" (título que el sugirió entregándome el prólogo y haciendo la presentación). Su argumento fue: "Es bueno que alguien que no es médico lo haga... le creerán más".

A pesar de ser un científico, investigador y cirujano de prestigio internacional, Fernando Cabieses nunca asumió posturas solemnes ni tuvo una actitud superior hacia nadie. Su trato fue el mismo para todos, de profundo respeto para las opiniones ajenas, tal vez debido a su insaciable curiosidad. Fascinado por la complejidad del cerebro, a pesar de ser uno de los hombres que más sabía sobre él, estaba siempre dispuesto a cuestionar todo lo que sabemos y a experimentar. Compartió experiencias con chamanes y premios Nobel con la misma mente abierta.

En una ocasión lo llamé y estaba de viaje. Cuando regresó le pregunté a dónde había ido. Me respondió: "Solo a ver a un amigo en Estados Unidos". Luego me enteré de que lo habían llamado a uno de los grandes hospitales (creo que Rochester) para asesorar en una operación al cerebro. Cuando se lo comenté, me dijo: "La cirugía es una admisión de impotencia de la medicina... a medida que esta progresa nos necesitarán cada vez menos".

Entre las muchas cosas que me enseñó Fernando está aquella de que para aprender lo más importante es saber preguntar. Tuve la suerte de oírlo explicar sus experiencias con chamanes, ayahuasca, 'San Pedrito' y curaciones de brujos nativos.

Me considero afortunado porque fui su amigo. Hoy, con renovado interés en la biodiversidad y la medicina tradicional, sus archivos serán debidamente aprovechados.

Fernando Cabieses

Fernando Cabieses

Fernando Cabieses.

Fernando Cabieses Molina, nació en Mérida (Yucatán) el 20 de abril de 1920 y falleció el 13 de enero de 2009. Fue un científico y médico peruano.

[editar] Biografía

Nació en Mérida, Yucatán, México, hijo de Eduardo Cabieses Valle Riestra peruano y Alicia Molina Font yucateca.

Cursó estudios de ciencias biológicas y medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de 1937 a 1945. Se perfeccionó en neurología y neurocirugía en la Universidad de Pennsylvania. A su regreso al Perú en 1950 introdujo el tratamiento quirúrgico de los aneurismas cerebrales y la cirugía de la epilepsia. En 1956 recibió el grado de doctor en medicina por la UNMSM. Dictó cursos de su especialidad en la Universidad de Miami y fue distinguido como profesor honorario por las universidades nacionales de Trujillo (1962), Cajamarca (1963), Cuzco (1982) y Lambayeque (1985). Además, es Doctor Honoris Causa por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (2006) y fue Rector Fundador de la Universidad Científica del Sur.

Miembro de la American Medical Association, del American College of Surgeons y de numerosas instituciones académicas. Fue director del Museo Peruano de Ciencias de Salud (1976-1990). Impulsó la fundación y fue el primer director del Museo de la Nación, de 1988 a 1990.

Cabieses trabajó a lo largo de su vida en integrar y hacer crecer nuevas ideas que usualmente interpretan con éxito la realidad de su entorno. Su personalidad creativa se muestra desde su tesis para obtener el título de Médico Cirujano, en la que comprobó por primera vez que la forma tradicional indígena de consumir coca no era una narcodependencia, no producía ningún daño y favorecía el trabajo en grandes alturas sobre el nivel del mar, destruyendo la creencia común del indígena narcotizado.

Recién graduado realizó una investigación experimental para comprender los sistemas de adaptación que facilitan el funcionamiento cardio-respiratorio en el llamado "soroche". Este trabajo, que resultó sumamente valioso para la aviación, le valió una invitación a los laboratorios Randolph Field (Texas) donde se realizan estudios similares.

Luego fundó el Servicio de Neurocirugía del Instituto de Enfermedades Neoplásicas y con sus discípulos fundó servicios similares en el Hospital del Niño, el Hospital Loayza, el Hospital Dos de Mayo, el Hospital Militar, el Hospital Naval y el Hospital de Aeronáutica, desarrollando además servicios de consultoría en numerosas provincias del país.

A partir de 1953 Cabieses se dedicó al estudio de la historia de la medicina en el Perú, publicando libros que muestran que lo que era considerado historia se encontraba vigente en las zonas rurales, lejos de los centros de la medicina desarrollada. Por esta razón, fundó el Instituto de Medicina Tradicional, el cual ha facilitado la articulación de la medicina oficial con la medicina tradicional, mejorando la atención de la salud en las zonas alejadas y promoviendo el estudio y la identificación de plantas medicinales para ser industrializadas y exportadas (uña de gato, maca, sangre de grado, etc.). Labor a la que se ha unido la Universidad de Salerno, a través de la fundación de la Sociedad Italo-Latinoamericana integrada por científicos peruanos, italianos y de la mayoría de los países centro y sudamericanos.

Con más de 80 años el doctor Cabieses presidió desde 1998 la comisión organizadora de la Universidad Científica del Sur. En esta universidad logró romper esquemas en la formación académica de los futuros médicos peruanos. Consciente de la deshumanización y de la excesiva tecnificación en el entrenamiento médico, ideó un novedoso programa de prácticas supervisadas en clínicas, hospitales y centros médicos a través de un convenio de cooperación para la enseñanza universitaria de la nueva medicina. Así, sin tener un centro médico universitario u hospital universitario propio, la universidad logró optimizar los recursos existentes en la sociedad peruana.

Durante el I Congreso Peruano de Plantas Medicinales y Fitoterapia, realizado en la ciudad de Lima (2000), se brindó al Dr. Cabieses un reconocimiento a su trayectoria nacional e internacional en el campo de la investigación, docencia y difusión del conocimiento de las plantas medicinales del Perú. En mérito a su permanente contribución al intercambio cultural y la comprensión de los pueblos de Israel y Perú, fue nombrado Presidente del Consejo Internacional del Instituto Cultural Israel-Iberoamérica. De otro lado, ha sido nombrado Amauta por las universidades de Cuenca y Pontificia Universidad Católica de Ecuador. Este premio, que alude a la sapiencia ancestral, fue entregado, en palabras de los representantes de las universidades, "a uno de los pocos sabios vivientes de Latinoamérica".

[editar] Publicaciones

Su producción en los campos de la medicina y la antropología cultural es vasta. En ella figuran títulos como Tronco encefálico (1957), La trepanación del cráneo en el antiguo Perú, en colaboración con Juan B. Lastres (1960), Los dioses vinieron del mar: ensayo etno-histórico (1972), Dioses y enfermedades: la medicina en el antiguo Perú (2 vols., 1974 y editado por Oscar Quiñones) en 1984 el libro obtiene el Premio Bienal "Hípólito Unánue" a la Mejor Edición Científica Hecha en el Perú, Narración de una conquista (2 vols., 1988), La coca: dilema trágico (1992), La uña de gato y su entorno (1994), Apuntes de medicina tradicional: la racionalización de lo irracional (1993), Cien siglos de pan: 10.000 años de alimentación en el Perú (1995), La maca y la puna (1997).

[editar] Referencias

  • "Premio Hipólito Unánue Para Libro de Cabieses", 08/12/1984 - Diario El Comercio Lima Perú

El maestro Silverman

JACOBO SILBERMAN S.

1927 – 1988

 

 

Fue el doctor Jacobo Silberman un acendrado docente de la facultad de medicina de San Fernando, cuya trayectoria vital fue lamentablemente interferida por una cardiopatía prematura, que posteriormente, en pocos años, acabó con su valiosa existencia. No obstante, tan desfavorable circunstancia, dejó en la memoria de quienes lo conocimos, el nítido recuerdo de su caballerosa conducta personal, de su alto nivel de profesionalismo neurológico y asimismo la cabal expresión de sus virtudes de ejemplar maestro universitario.

         El doctor Silberman nació en Brasil y cuando apenas tenía año y medio de edad  fue traído al Perú por sus padres, quienes se radicaron en la ciudad de Trujillo. En la calida y acogedora ciudad norteña cursó sus estudios escolares en el Instituto Modelo. Al terminar su educación secundaria, ingresó en 1942 a la Universidad Nacional de Trujillo, aprobando en ella, los dos años de estudio denominados de premédicas, que entonces eran requisito indispensable, para postular a la Facultad de Medicina de la  Universidad de San Marcos de Lima*  Recordemos que desde 1935, la Universidad de Trujillo había sido oficialmente autorizada solo para impartir los mencionados cursos de pre médicas. De modo que los alumnos que deseaban estudiar medicina, debían aprobar el examen de ingreso a la universidad trujillana, superar todos los cursos exigidos en el programa establecido y prepararse luego para venir a Lima a fin de rendir otro examen de admisión, esta vez en la Facultad de Medicina de San Fernando. En consecuencia los estudios de la carrera médica, duraban en total 9 años, 2 de premédicas, que podían seguirse tanto en Trujillo, Arequipa o Lima (en la Facultad de Ciencias) y a continuación los 7 años, que se dictaban únicamente en la facultad de Medicina de Lima. Esta peculiar modalidad  de enseñanza, recién desapareció en Trujillo  en 1956, cuando se promulgó la ley 12647, que creó la Facultad de Ciencias Médicas en la Universidad Nacional de esa ciudad. Pero, Jacobo Silberman, no tuvo tal prerrogativa, ya que había estudiado en Trujillo varios años antes, finalizando en consecuencia, los largos y exigentes estudios profesionales sanfernandinos de la época en el año 1951. 

            

 

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*La enseñanza de la medicina en el Perú se inició en el siglo XVI, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Posteriormente, en el año 1811, tal responsabilidad docente fue transferida a una institución autónoma, bautizada con el nombre de Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernando. Luego, en 1821, tal denominación fue cambiada por Colegio de la Independencia. Finalmente en 1856, debido a la decisiva mediación del ilustre educador doctor Cayetano Heredia, el antiguo colegio se reincorporó a su alma Mater la UNMSM, convirtiéndose desde entonces hasta la actualidad en la Facultad de Medicina de dicha universidad. No obstante los cambios de nombre mencionados, coloquialmente, todavía se mantiene la original denominación de San Fernando, para referirse a ella.

 

Como se ha referido, Jacobo Silberman perteneció a la promoción 1951. En esa época las promociones médicas se identificaban por el año en que terminaban los estudios curriculares, a diferencia de la costumbre iniciada en 1972, de reconocerlas según el año de ingreso a estudiar medicina.

         Luego de haberse graduado de médico cirujano, el doctor Silberman viajó para seguir estudios de post grado en los Estados Unidos de América, especializándose primero en Neurología, en el hospital Universitario de la ciudad de Louisville-Kentucky y luego en neuropatología en el afamado hospital Bellevue de la universidad de New York . Aparte de la experiencia clínica adquirida, enriqueció sus conocimientos en la investigación neurológica, contribuyendo por tal razón, de modo significativo, en varias importantes publicaciones, siendo las de mayor difusión, una sobre las lesiones cerebrales detectadas en pacientes que fallecieron en el estado clínico conocido como mutismo aquinético (actualmente se usa mayormente el nombre  estado vegetativo persistente) y otra sobre la enfermedad de "jarabe de arce" (Maple Syrup disease). Terminado el programa de especialización neurológica que tenía previsto, Jacobo Silberman decidió volver al Perú, aunque previamente postuló y obtuvo la certificación correspondiente a la preparación profesional (Board Certified) que había adquirido.

         En Lima se vinculó a la Clínica Javier Prado como socio fundador y en calidad de Neurólogo trabajó durante todos los  años de su quehacer  profesional, junto al selecto grupo de colegas que formaban el plantel profesional de dicha institución. En forma paralela a su labor neurológica particular, a partir de 1961, Jacobo Silberman, se vinculó, para siempre, a la docencia en San Fernando. Su ingreso fue el resultado de un estricto concurso de oposición y méritos, avalado por un jurado internacional ad hoc, Las especiales circunstancias que precedieron a este hecho, merecen ser narradas a continuación, aunque de modo sucinto, para no alejarnos del propósito central de este escrito, dedicado a la semblanza de Jacobo Silberman.

         El parlamento nacional, promulgó el 13 de abril de 1960, la Ley Universitaria N° 14317, la cual entre otras disposiciones, concedió la participación de los alumnos, en la proporción de un tercio, en varios de los órganos de gobierno institucionales, incluyendo los Consejos de Facultad de todas las universidades del país. Las autoridades y los docentes de la facultad de medicina de San Marcos, desde antes de la dación de la citada norma, habían expresado, enfáticamente, su rechazo a la idea del "tercio estudiantil". Lamentablemente, la ley 14317, en vez de fijar una posición clara y definitiva al respecto, incluyó un confuso y controvertido artículo, el 34, que aparentemente otorgaba  a las facultades de medicina, la singular potestad de elaborar su propio Estatuto (desde luego sin  tercio estudiantil). Finalmente, después de varios meses de tensa espera, el 11 de agosto de 1961, el parlamento dio por terminada la ambigua interpretación generada anteriormente, dejando sin efecto  el discordante artículo 34 de la Ley y en consecuencia quedo establecida la participación del "tercio" en todas las universidades del Perú, públicas y privadas, incluyendo a desde luego a las 3 facultades de medicina, existentes (Lima, Trujillo y Arequipa). En respuesta, el día siguiente, 450 docentes de San Fernando, reunidos en una sesión extraordinaria, aprobaron la redacción de un extenso documento dirigido a "la nación", en el cual reiteraban su posición sobre los sucesos recientes, agregando que se sentían "obligados a abandonar, con profundo sentimiento a una institución que hemos defendido con cariño y entereza" (firmaron su subrogación a los cargos que detentaban en la Universidad de San Marcos) y señalaron más adelante que habían organizado la Asociación médica Cayetano Heredia,"con el objeto de crear una escuela médica privada".  En efecto, apenas un mes después, el 22 de setiembre de 1961, el gobierno expidió el Decreto Supremo Nº 18 que autorizaba el "funcionamiento de la Universidad Peruana de Ciencias Médicas y Biológicas, la que tendrá carácter de Universidad Particular, de acuerdo con el artículo 6º de la Ley Universitaria 13417".

            Los acontecimientos, someramente narrados, ya forman parte de la historia de la educación médica en el Perú, siendo mayormente memorables dos importantes consecuencias derivadas de ellos, la primera se vincula a la aparición en nuestro país, de la ahora muy extendida, educación médica de carácter privado o particular, a partir del citado 22 de setiembre de 1961, cuando se creó la actualmente llamada "Universidad Peruana Cayetano Heredia", en tanto que el segundo hecho, generado por la discutida Ley 13417, no es menos significativo que el anterior, abarcando un período de 7 meses, desde agosto de 1961 hasta enero de 1962 Durante este corto tiempo se sentaron las precisas bases organizativas, para revitalizar a la Facultad de Medicina sanmarquina. El reto tenía varios matices, siendo posiblemente el más complicado, tratar de subsanar en poco tiempo, la abrupta  pérdida de capital humano, que significó la dimisión colectiva de docentes, conociendo el "voto de pobreza" impuesto por diferentes gobiernos peruanos a las universidades estatales. En consecuencia el trabajo realizado fue muy intenso, tanto para evitar "el colapso de la educación médica" en la Universidad de San Marcos, que algunos pesimistas consideraban inevitable luego de la renuncia masiva de docentes, como asimismo para sentar las bases, de lo que se perfilaba como el robusto renacimiento material y espiritual de la centenaria Facultad de Medicina. Recordemos que tras el deplorable retiro colectivo referido, el plantel de profesores en San Fernando había quedado reducido a sólo 106 docentes, casi todos de menor categoría, aunque comparativamente, ellos ostentaban similar calidad personal y no menos compromiso docente que los renunciantes. Los momentos iniciales de tan ardua tarea, fueron facilitados en gran parte por el sagaz e infatigable apoyo del entonces Rector de la Universidad de San Marcos doctor Luis Alberto Sánchez, Por tal motivo, antes de finalizar agosto de 1961, se reiniciaron las actividades en San Fernando, habiéndose nombrado para el efecto una Comisión Organizadora bajo el decanato interino del doctor Héctor Colichón Arbulú. Meses después fue electo Decano de la Facultad de Medicina el doctor Alberto Cuba Caparó**. Finalmente, la laboriosa primera etapa, de poner la casa en orden, culminó exitosamente con la elección del doctor Alberto Guzmán Barrón como Decano.

 

 

** En 1986, al cumplirse 25 años de los acontecimientos de 1961, la Facultad de Medicina de San Marcos, organizó una ceremonia conmemorativa en el Paraninfo. Entre los oradores invitados estuvo el doctor Alberto Cuba, quien rememoró los agitados días de su pasado decanato, con la seriedad, respeto a la verdad y moderación que fueron el sello constante de su vida. En un tramo de su exposición enfatizó su agradecimiento a quienes lo ayudaron en la complicada tarea de 1961 y expresó con particular énfasis su gratitud al doctor Honorio Delgado (renunciante de San Marcos y primer Rector de la Universidad Cayetano Heredia), quien en más de una ocasión le trasmitió su leal y desinteresada colaboración en apoyo del renacimiento de San Fernando. Tan generoso gesto de Honorio Delgado en este tema, no hace sino remarcar el alma grande, de auténtico maestro, que caracterizó su existencia.  

 

Como consecuencia, en enero de 1962, San Fernando funcionaba con normalidad. Tenía un calificado plantel docente formado por profesores que no habían renunciado, otros que habiéndolo hecho solicitaron luego su reincorporación y el mayor número lo constituyeron médicos de destacada trayectoria y probado interés académico, que se incorporaron a la docencia mediante estrictos concursos de méritos. Entre ellos, como ya se ha mencionado, accedió el doctor Silberman, como profesor Asociado de Neurología y Neuroanatomía.

         En pocas semanas se formó un grupo de docentes en neuroanatomía liderado por Jacobo Silberman, a quien acompañaban en las responsabilidades del curso, los Jefes Instructores doctores Alberto García Villalobos y Víctor Torrealva, además se contaba con la entusiasta y eficaz colaboración de varios alumnos, de años superiores de la Facultad, en calidad de Ayudantes. Casi todas clases las dictaba el profesor Silberman, en el salón de lecciones del antiguo pabellón, construido en 1887, para las actividades del Anfiteatro Anatómico, en el Jardín Botánico de la avenida Grau, El edificio es utilizado hasta la actualidad para las prácticas de anatomía de los alumnos de San Fernando, aunque el referido salón  fue demolido en la década del 70 del siglo XX. Se trataba de un agradable ambiente de clases,  trabajado totalmente en madera por hábiles ebanistas del siglo XIX, los asientos y las graderías estaban dispuestos en forma semicircular, de acuerdo a la tradición nacida en las escuelas de medicina europea, además, su elevado techo permitía una buena ventilación e iluminación y la acústica era excelente. Las clases de Jacobo Silverman eran amenas, en una materia usualmente no muy fácil de "digerir" por los estudiantes de medicina. Exponía claramente y con voz suficiente los tópicos programados, con o sin ayuda de la proyección de láminas. Su expresión facial y la velocidad del tema en desarrollo trasmitían serenidad, la cual sumada a su gesto sosegado y equilibradamente sonriente, generaban un buen acercamiento espiritual, con los atentos estudiantes. Usualmente, las clases del profesor Silberman terminaban entre aplausos espontáneos de los alumnos, que de esta sonora manera le expresaban su aprobación. Ocasionalmente, invitaba a sus ayudantes en el curso, a exponer alguno de los temas del silabo. Entonces asistía a escuchar la clase del convidado y recuerdo, en lo personal, sus siempre amables y atinadas recomendaciones, dirigidas a afinar nuestra performance de docentes en formación. Entre los gratos recuerdos de esa época conservo una foto, que me parece de interés incluirla en este escrito, fue tomada en un restaurante limeño, al cual acudimos los colaboradores, por invitación del doctor Silberman, con motivo de haber terminado el dictado del curso, en 1963. De izquierda a derecha, en posición de pie están los entonces alumnos Ernesto Ríos Montenegro (se especializó en Neurooftalmología), Oswaldo Valdivia (siguió Neuropatología), Walter Chuquisengo (Neuropediatra), Ernesto Yap, José Jaúregui (Pediatría), Sentados, Víctor Torrealva, se dedicó a la docencia de Anatomía Humana, el doctor Silberman (con el rostro más serio de lo habitual), Adriana Ciudad, destacada neuropatóloga y el autor de este documento.

            Además de Neuroanatomía la actividad docente de Jacobo Silberman, abarcó la Neurología Clínica, dictada para los alumnos de 5º año de medicina en el Hospital Dos de Mayo y las labores de neuropatología incluyendo clases en el Instituto de Patología, que tenía nuestra Facultad en el hospital Loaiza.      En el Dos Mayo, tuve muchas ocasiones de acompañar al doctor Silverman y admirar su perspicaz capacidad clínica, durante las frecuentes consultas de la especialidad que le solicitaban los colegas de los diferentes servicios de hospitalización (no existía  Servicio de Neurología en el nosocomio). En el hospital Loayza mayormente estuvo a su lado Adriana Ciudad, que ya mostraba el talento en la Neuropatología, que luego desarrollaría a muy alto nivel profesional.

          En 1963 empecé a elaborar mi tesis de Bachiller en Medicina y mi tutor fue Jacobo Silberman. En realidad, la idea del tema, partió de una observación clínica del profesor Silverman. Se trató de una mujer de 19 años, con una primera gestación, de 5 meses de evolución. Pasados 8 días de haber sido arañada por un gato doméstico, desarrolló los síntomas y signos de la "enfermedad por arañazo de gato" o cat-scratch disease, cuyo agente etiológico se desconocía en esos años y ahora sabemos que es la bartonella henselae. Tres días después de su admisión al Hospital, la paciente falleció con un severo cuadro de encefalitis. El estudio histopatológico mostró lesiones que se describen en dos patologías aparentemente diferentes, pero que de acuerdo a la investigación microscópica del cerebro de la paciente, parece existir una cercana relación entre ambas. De otro lado, en la Tesis se describieron por primera vez tanto hemorragias perivasculares  como  "anillos" de desmielinización, en el cerebro de una persona afectada con cat-scratch disease. Lo investigado, el desarrollo del tema y la elaboración del texto final demoró cerca de un año, tiempo durante el cual descubrí y admiré otras virtudes del doctor Silberman, tales como su desinteresado afán docente y su paciencia para hacerme entender, no pocos secretos de la patología celular del cerebro. Hasta la fecha, no deja de emocionarme el recuerdo, que la mayoría de nuestras "reuniones de trabajo", empezaban cuando el profesor terminaba de atender a sus pacientes particulares, casi invariablemente pasadas las 9 de la noche, en el consultorio que tenía en la avenida Arequipa. Finalmente mi Tesis fue aprobada por unanimidad y recomendada para su publicación en los Anales de la Facultad de Medicina, no obstante, fue rápidamente acogida y divulgada por otra revista, también de la Facultad, pero de orientación más especializada que los Anales***.

           Un año después, parafraseando el conocido poema de Cesar Vallejo, los "heraldos negros", puede afirmarse que tales heraldos, marcaron su mal augurio en el corazón de Jacobo Silverman, cuando apenas tenía 37 años de edad. En enero de 1965 yo debía empezar mi post grado en la Universidad Nacional Autónoma de México y en el Instituto de Neurología de ese país. Por tal motivo en diciembre de 1964, el profesor tuvo otro gesto de su proverbial generosidad, invitándome a una cena de despedida, a la cual convidó también a otros colegas, que formaban casi la totalidad del grupo docente de neuroanatomía en San Fernando.   Lamentablemente, ese mismo día tuvo un síncope, que bien pudo haber sido de origen cardiogénico, a juzgar por los varios problemas que posteriormente, en forma progresiva, deterioraron su salud cardiovascular,  hasta su fallecimiento el 10 de mayo de 1988.

        Obviamente, los mas condolidos por su ausencia deben haber sido su querida esposa Minia y sus entrañables hijos. Creo que la precocidad

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 *** Luis Deza Bringas. Leucoencefalitis hemorrágica aguda: consecutiva a enfermedad por arañazo de gato. Revista de Ciencias Psicológicas y Neurológicas 1965; 2: 51-69

 

 

y la desfavorable evolución de sus molestias cardíacas crónicas, menguaron sus posibilidades de desarrollar el proyecto que tenía en mente, esto es, contribuir a formar una "escuela neurológica" propia en San Fernando. Dejó la enseñanza de Neuroanatomía, me parece que en 1966, aunque siguió como Profesor del curso de Neurología Clínica en el Hospital Dos de Mayo. Se graduó luego de Doctor en Medicina y por sus méritos accedió a la categoría de Profesor Principal de la Facultad de Medicina. De otro lado, tuvo en la Clínica Javier Prado, su centro de intensa actividad neurológica particular. Algunos años después, cuando regresé al Perú, coincidimos ocasionalmente con el doctor Silberman, en varios eventos académicos de la especialidad, como expositores o simplemente como asistentes. Los años nunca cambiaron su genuina actitud amigable y docente de siempre. Ahora, que escribo esta nota, en memoria de su trayectoria vital, me parece pertinente, copiar las sentidas palabras, impresas en la primera página de mi Tesis de Bachiller y repetirlas como un homenaje colectivo, de todos aquellos que lo conocieron: "Al doctor Jacobo Silberman, médico y maestro ejemplar".    

  

          

 

                                                           Dr. LUIS DEZA BRINGAS

 

 

 

  

 

Dr. Jacobo Silverman y sus colaboradores en la enseñanza de Neuroanatomía. Facultad de Medicina de San Fernando. Año 1963. Otros detalles se encuentran en el texto.

Jacobo Silverman

Queridos amigos:

Muchzs gracias por haber publicado el artículo del Dr. Luis Deza sobre el Prof. Jacobo Silverman. Llegué a San Fernando en abril de 1963, dos años después de la ruptura de 1961. Todavia están lozanos mis recuerdos de la recepción al primer año de facultad, iniciamos un mes intenso de Embriología con el Prof. Manases Fernández Lancho y luego Anatomia Humana con el Prof. Nicanor La Torre, para culminar la macroanatomia con la asignatura de Neuroanatomía que dicto el Prof. Jacobo Silberman y su grupo. Al Prof. Luis Deza lo tuvimos años más tarde en el Curso de Neurología.

San Fernando, como el Ave Fenix, habia renacido de sus cenizas y comenzó una etapa los años 60 de muy gratos recuerdos como institución y como calidad académica. Cuando finalizamos la carrera el Decano de ese entonce Dr. Jorge Campos Rey de Castro señaló los logros que se habian obtenido en esa década.

La ley que menciona el Dr. Bringas es la 13417 y como bien se señala terminaba con el denominado Estatuto Privatorio que eximia a San Fernando del tercio estudiantil: La Historia se encargará de evaluar esos hechos y sus repercusiones en la vida de San Fernando y en San Marcos.

Una nueva crisis llegó a los claustros sanmarquinos que sumió en una crisis profunda nuestra Alma Mater, pero nuevamente ha renacido de sus cenizas y luce remozada. Los sanmarquinos debemos estar orgullosos de nuestra Alma Mater, cuna de la cultura peruana.

Saludos

Juan Falen Boggio

Endocrinólogo del INSN


 



De: Claudio Mori gonzales <clagui57@gmail.com>
Para: clagui57.sanfernandinosssss@blogger.com; SaludLoreto <salud_loreto@yahoogroups.com>; clagui57.promo75@blogger.com
Enviado: jue,4 noviembre, 2010 23:20
Asunto: [SALUD_LORETO] AGRADECIMIENTO [Archivo adjunto 1] y Jacobo Silverman


 


 

[Más abajo se incluyen archivos adjuntos de Rommel Pinchi]



Please note: forwarded message attached


From: sabatino <ldeza@pucp.edu.pe>

To: medicos-prom75-unmsm@groups.live.com

Cc: medicos-prom75-unmsm@groups.live.com

Subject: Re: AGRADECIMIENTO

Date: Thu, 4 Nov 2010 15:20:04 -0500


Estimados colegas, les reitero mi agradecimiento por haberme concedido el

honor de compartir con ustedes durante unas horas, la justificada celebraci�BR>de vuestro aniversario promocional. Adjunto a esta nota, la copia de un

escrito mio, que se publicar�n el pr�o n� de la Revista de

Neurolog� Aunque, el tema se refiere al recuerdo de Jacobo Silberman, un

querido profesor sanfernandino, he intercalado en el texto de manera escueta,

algo de los dif�les momentos que vivi�estra querida facultad de medicina

en 1961, los cuales al ser superados, abrieron el camino a las siguientes

promociones  estudiantiles, entre ellas, desde luego, la de ustedes.

                         Un afectuoso saludo,

                                  Dr. Luis Deza B.



Archivos adjuntos de Rommel Pinchi

Archivo 1 de 1

 


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